Música
Las melodías que me gustan se entrelazan con el cabello
bajan por la espalda,
hacen un remolino en el ombligo
vuelven a subir poco a poco hasta llegar al cuello
estremeciendo todo el cuerpo.
La música es un amor que siempre es correspondido.
Las melodías que me gustan se entrelazan con el cabello
bajan por la espalda,
hacen un remolino en el ombligo
vuelven a subir poco a poco hasta llegar al cuello
estremeciendo todo el cuerpo.
La música es un amor que siempre es correspondido.
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